Aunque esta explosión que provocó un globo metalizado parece terrible…

… podría haber sido mucho peor.

Si el público y los trabajadores hubiesen estado más cerca, podrían haber sufrido lesiones graves. De hecho, los trabajadores de una compañía de servicios públicos habían estado trabajando en el poste eléctrico donde estos globos finalmente explotaron en julio del año pasado en Long Beach antes de que un capataz perspicaz les ordenara interrumpir sus tareas y, junto con el personal de tierra, trasladarse a una distancia segura.

Pese a que esta decisión afortunadamente ayudó a evitar lesiones, no pudo evitar el apagón prolongado que interrumpió el servicio eléctrico a 3,056 viviendas y negocios a las 10:40 de la mañana de ese martes. Tras extensas tareas de reparación, el servicio eléctrico se restableció a las 8:52 de esa noche.

Esta es una situación que se repite cientos de veces al año debido a los globos metalizados que vuelan a la deriva, y el inminente Día de San Valentín suele marcar el inicio de un alza dramática en los apagones que provocan, los cuales alcanzan su punto máximo en junio.

Lo peor de todo esto es que es fácilmente evitable.

Sin embargo, es mucho más fácil decirlo que hacerlo si tenemos en cuenta que Southern California Edison debió enfrentar, por tercer año consecutivo, un número récord de apagones provocados por globos metalizados, registrando 1,094 el año pasado.

“Los globos metalizados parecen inofensivos, pero este incidente demuestra una vez más cuán peligrosos son cuando se sueltan al aire libre”, dijo Andrew Martinez, vicepresidente de Protección, Seguridad y Flexibilidad Empresarial de SCE. “A fin de garantizar la seguridad y prevenir posibles cortes de energía, los consumidores deben tener los globos siempre amarrados a una pesa, tal como lo exigen las leyes estatales, dejarlos en espacios cerrados y nunca soltarlos al aire libre, ya sea uno solo o un manojo”.

Dos globos metalizados fueron los culpables del incidente en Long Beach, donde el operario de mantenimiento de cables eléctricos James Yolla y el aprendiz Brandon Copp de Hampton Tedder Electric, un contratista de SCE, estaban reparando un poste cuando el capataz John Harley Saiz notó un sonido inusual. Buscando la fuente del mismo, Saiz caminó una corta distancia y observó globos enredados en cables eléctricos a unos 50 pies de los trabajadores que estaban en el poste.

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Credit: Larry Tsuei

“El viento los estaba moviendo cuando escuché un ruido”, dijo Saiz. “Estaban a medio camino entre el lugar donde estábamos trabajando y el próximo poste. De hecho, una usuaria afirmó verlos pasar cerca de su ventana”.

Priorizando la seguridad, Saiz pidió a Yolla y Copp que bajaran de inmediato, se aseguró de que sus trabajadores y otras personas no estuvieran en peligro y llamó a un especialista de SCE para que desconectara los cables a fin de retirar los globos de forma segura.

Pese a todos estos recaudos, los globos no cooperaron.

“Poco después, tal vez de 10 a 15 minutos, [los globos] volaron al poste en el que estábamos trabajando, provocando una explosión”, dijo Saiz, refiriéndose al que denominó el peor incidente provocado por un globo en sus 20 años de trayectoria como trabajador eléctrico.

La explosión afectó los 10 pies superiores del poste, incluyendo el lugar donde había estado trabajando el personal, y provocó la caída de dos cables de alta tensión.

“Después de presenciar este incidente, los trabajadores estaban impactados por lo ruidosa y grande que había sido la explosión”, dijo Saiz. “En ese momento solo pensé en agradecer el haber tomado precauciones para alejar a los muchachos del poste”.

Un poste que la cuadrilla de Saiz, con la ayuda de personal adicional de Hampton Tedder, terminó cambiando como parte de las tareas generales de reparación destinadas a restablecer el servicio eléctrico que se extendieron hasta la noche.

Saiz ahora dice que el incidente tuvo un impacto duradero en sus trabajadores, y agregó: “Me llama la atención que cada vez que empezamos un proyecto nuevo, los trabajadores se percatan de inmediato [de los globos] que están enredados en los cables, ya sea que estén quemados, derretidos o lo que sea. Ahora todos los notan mucho más que antes”.

Todo esto no hace más que reforzar lo que piensa Saiz en cuanto a soltarlos al aire libre.

“Estoy 100% convencido de que nunca deben soltarse”, dijo. “Tarde o temprano, esos globos comenzarán a descender, y quién sabe si terminarán o no en un cable eléctrico”.

Consejos de seguridad con los globos metalizados

  • Los globos metalizados deben estar siempre amarrados a una pesa.
  • Los comercios y vendedores deben vender exclusivamente globos amarrados a las pesas adecuadas.
  • Los compradores de globos nunca deben retirar la pesa.
  • Los globos jamás deben soltarse al aire libre.
  • Nunca intente recuperar globos enredados en cables eléctricos.
  • Los globos deben pincharse varias veces antes de colocarlos en la basura.