A lo largo de su carrera, Bojan Plavsic ha retirado una variedad de objetos que estaban enredados en cables eléctricos aéreos, incluyendo papalotes, animales y hasta un drone.

Sin embargo, según este trabajador de Southern California Edison encargado de reparaciones, nada supera a la cantidad de globos metalizados que debe retirar de los cables de alto voltaje, calculando la proporción “de 20 o 30 a 1”.

Lamentablemente, sus dichos se reflejan en el elevado número de apagones provocados por globos metalizados. Aunque ya no observa el ritmo récord de los dos últimos años, SCE no está tan lejos de esta cifra. En lo que va del año hasta el mes de abril, la compañía registró 280 interrupciones del servicio en comparación con 295 apagones en el mismo período del año pasado.

Como es de esperar, Plavsic encuentra este problema más a menudo cerca de los principales feriados y celebraciones como el Día de las madres, las graduaciones y los bailes de fin de año escolar que se festejan este mes. Él y los expertos en seguridad ofrecen una solución sencilla para los globos metalizados, los cuales provocaron 924 cortes en 2015 y 942 el año pasado dentro del territorio de servicio de SCE.

“El globo metalizado más seguro es aquel que se deja en espacios cerrados o que está amarrado a una pesa o a un objeto más sólido cuando se lo saca al aire libre”, dijo Andrew Martinez, vicepresidente de Protección, Seguridad y Flexibilidad Empresarial de SCE. “Los comerciantes deben vender únicamente globos con una pesa adecuada y los compradores nunca deben retirar esta pesa ni soltar los globos al aire libre”.

Plavsic, que trabaja en SCE desde hace 12 años y comenzó su carrera como reparador de cables de alto voltaje, se hace eco de las palabras de Martinez, diciendo: “Hay que mantenerlos amarrados. Los globos no están hechos para volar a la deriva, especialmente debido al metal y a la electricidad. Nada bueno puede resultar de esta combinación”.

El experto habla desde su experiencia, ya que una vez observó la explosión de un globo por sobre la cabeza de un compañero de trabajo cuando se acercó para extraerlo de un cable de alto voltaje en Redondo Beach. Por fortuna, su compañero no resultó herido, pero estas explosiones pueden provocar la caída de cables eléctricos, algo que ocurrió 111 veces el año pasado en el territorio de SCE, además de lesiones graves y daños materiales.

Debido a la amenaza a la seguridad pública, cientos de apagones que podrían evitarse fácilmente y el aumento típico de estas interrupciones que se registra en mayo y junio, SCE apoya plenamente el proyecto de ley AB 1091 de la Asamblea estatal. Este proyecto haría más estricta una ley actualmente vigente en California al prohibir completamente que el público suelte los globos metalizados al aire libre. La ley actual requiere que los globos estén amarrados a una pesa y prohíbe parcialmente que se los suelte afuera.

Esta también es la razón por la que SCE lanzó una campaña en su territorio de servicio a fin de informar a sus usuarios acerca de los peligros de soltar globos metalizados al aire libre, concientizándolos con el eslogan “Estar alerta es estar seguro”.

El problema se presenta en todas la formas y tamaños para Plavsic, quien una vez recuperó de un cable eléctrico un globo de graduación que era tan alto como él.

“Estaba justo al lado de una preparatoria”, dice Plavsic, que mide 5 pies 11 pulgadas (1.80 metro). “Medía 6 pies de altura y era un globo dorado gigante con la letra P, y si no me equivoco, la L. Me costó mucho trabajo recuperarlo con un palo de 40 pies”.

Los globos también representan una amenaza a la hora de mantener el suministro de electricidad, costando a los usuarios de SCE 2,502 horas sin servicio eléctrico el año pasado. Sólo la semana pasada fueron culpables de que más de 12,000 usuarios no tuvieran electricidad en San Bernardino. El restablecimiento total del servicio eléctrico llevó 13 horas. Mientras tanto, en uno de sus últimos trabajos, Plavsic debió resolver los problemas provocados por un globo metalizado que afectaron a 3,835 usuarios en Manhattan Beach. El globo dejó fuera de servicio un circuito completo y voló un cable principal al enredarse encima de un transformador. El servicio eléctrico recién se restableció cuatro horas más tarde.

El aspecto positivo es que no derribó ningún cable eléctrico.

“La mayoría de las veces no encontramos [los globos], sino sólo lo que queda de ellos”, dijo Plavsic. “Es increíble que un objeto tan pequeño creado para un fin tan alegre pueda causar tanto daño. Se puede pasar de cero a cien cuando se trata de los globos, y pueden afectar un solo cable principal o provocar la caída de varios cables”.