La poda de árboles puede ser una actividad peligrosa. 

Las caídas son demasiado comunes, y también están las abejas, serpientes, cables eléctricos aéreos y las mortales palmas. A principios de año en el Norte de Las Vegas, un podador de árboles quedó atrapado entre las hojas en descomposición de una palma y murió asfixiado.

¿Caída de ramas? “Las llamamos creaviudas”, dijo Juan García (26 años), supervisor de campo de San Gabriel Valley Conservation Corps, una organización sin fines de lucro dedicada al control de la vegetación que emplea a jóvenes vulnerables para ofrecerles capacitación laboral.

García fue uno de los 100 podadores de árboles y otros profesionales de la jardinería en asistir a un par de seminarios de seguridad organizados por la Asociación de Arboristas Hispanos y patrocinados por Southern California Edison (SCE). Los seminarios fueron parte del evento anual de la organización, el cual incluyó una competencia de trepadores de árboles y una capacitación para los trabajadores del sector, y se llevó a cabo recientemente en el Arboreto y Jardín Botánico del Condado de Los Ángeles en Arcadia.

José Mercado, un veterano con 42 años de trayectoria en la industria, fundó la Asociación de Arboristas Hispanos hace varios años para difundir conceptos de seguridad y ofrecer capacitación. Muchos trabajadores de la industria hablan español solamente, y la barrera lingüística puede limitar su exposición a la información y capacitación sobre seguridad, dijo.

Mercado es un hombre robusto que alterna entre el inglés y el español con suma facilidad. Su carisma natural hace que sus presentaciones sean entretenidas, incluso si el tema es serio.

En un momento durante su presentación, proyectó sobre la pared la foto de una persona que había entrado en contacto con un cable eléctrico aéreo para destacar un mensaje de seguridad vital: la importancia de estar siempre atentos al entorno y sus peligros potenciales, especialmente los cables eléctricos.

“La electricidad no es tu amiga”, dijo primero en inglés y luego en español.

Según los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades, entre 1992 y 2007 murieron 1,285 trabajadores en todo el país mientras trabajaban en el cuidado y el mantenimiento de árboles, las estadísticas más recientes disponibles. Las causas de muerte más comunes fueron: golpes provocados por un objeto como una rama en caída (42 por ciento), caídas (34 por ciento) y electrocuciones (14 por ciento).

Este año, Mercado estuvo acompañado por el grupo de SCE que se dedica al control de la vegetación, que presentó los numerosos recursos de la compañía para preservar la seguridad cerca de los cables eléctricos.

“Pensamos que esta era una buena oportunidad para presentar información sobre la seguridad eléctrica a este grupo que trabaja casi a diario cerca de nuestros cables”, dijo David Guzmán, integrante del grupo de control de la vegetación de SCE, que es responsable de mantener los cables eléctricos lejos de la vegetación en todo el territorio de servicio de la compañía. 

“Al fin de cuentas, se trata de asegurar que todos regresen a sus hogares sanos y salvos”.